martes, 6 de noviembre de 2012

Agogé

Desde hace unas clases, Almudena nos ha hablado sobre la Agogé.

La Agogé era el sistema educativo de Esparta. Conocida como escuela de obediencia, era contraria a la educación cultural, y desarrollaba las cualidades físicas y militares. La Agogé era obligatoria para todos los espartiatas, salvo para el rey, aunque esto nunca se demostró.
Desde este proceso de aprendizaje, los jóvenes son excuidos de la ciudadanía. Se les inculca que merece la pena anteponer el bien común al personal. Debe fomentarse una conducta austera en todos los ámbitos de la vida: una dieta espartana, sobriedad... y cualquier comportamiento de arrogancia es desterrado.

En la Agogé encontramos varias estapas a lo largo de la vida de los espartanos.

Nacimiento de un varón, que era reconocido por el padre y quien lo presentaba a los ancianos de su trubu. Estos comprobaban que estuviera sano y bien formado. Si no superaba la prueba, era arrojado a una sima, si la pasaba, era aceptado en la comunidad y permanecía con su madre hasta los siete años.

A partir de los siete años, el niño dejaba la familia y era educado por el Estado.



Con esta edad eran agrupados y hasta los doce años endurecían su cuerpo y carácter yendo desnudos y descalzos, y realizando duras pruebas. Aprendían a escribir, a leer, danza, poesía, expresión oral...

A los doce años eran divididos en ilai (grupos más pequeños divididos según edades). Para pasar de una edad a otra había que superar alguna prueva, además se les asignaba gente adulta como instructores responsables de su educación. Cualquier ciudadanos podía regañar o animar a los jóvenes, y estos permanecían siempre juntos y tenían que construirse sus lechos con cañas. Vestían únicamente un manto de tejido áspero y las raciones de comida eran escasas, animándolos a robar para agudizar el ingenio (pero si los descubrían eran castigados, no por robar sino por ser descubiertos). El temor al castigo era muy grande y la educación militar desplazaba a las letras.

El proceso de aculturación con las instituciones cívicas se hace patente entre los catorce y los dieciséis años. Se establece un vínculo entre adultos y jóvenes, quienes deben aprender los mecanismos de la ciudadanía.

El joven pasaba un ritual de flagelación: era azotado en el templo.

Al final, el hombre, de unos veinte años, comenzaba su instrucción en el ejército. Ya podía acceder a los banquetes comunales, dejarse crecer el pelo y cuidar sus armas. La definitiva integración en el cuerpo cívico es a los treinta años, cuando puede participar en la asamblea espartana, entra en el ejército como hoplita de pleno derecho y puede acceder a las magistraturas del Estado. Recibe además una tierra en usufructo, y los esclavos mesenios que la trabajarán.

Este método de aprendizaje es muy radical y duro, pero en ese momento era muy efectivo y una gran forma de conseguir a los mejores espartanos. En la actualidad, este método no podría utilizarse, pero si seleccionar algunos aspectos generales.


1 comentario:

  1. Nieves, ten cuidado con las faltas de ortografía. Debes repasar bien el texto antes de publicar nada.
    Con respecto al contenido, hecho en falta en esta entrada tu valoración sobre el modelo de aprendizaje, con sus ventajas e inconvenientes.

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